CELULITIS: CAUSAS Y TRATAMIENTO


Es frecuente confundir celulitis y obesidad pero, aunque pueden relacionarse, son entidades distintas. La primera se presenta localmente y puede desarrollarse sin que exista la segunda. Por otra parte, la obesidad aparece en toda la superficie corporal y puede generarse sin que se evidencie celulitis. Las medidas de prevención son fundamentales para evitar el desarrollo de este problema, sin embargo, una vez instaurada, existen tratamientos que permiten su control.

 

CAUSAS Y DESARROLLO DE LA CELULITIS

La celulitis consiste en la aparición de unos nódulos, que pueden llegar a ser dolorosos, en el tejido conjuntivo de la dermis, produciendo una característica rugosidad cutánea.

Las teorías sobre la causa de la celulitis son muy variadas: alteraciones hormonales, neurovegetativas, circulatorias, de los receptores en los adipocitos, etc. Sin embargo, el origen endocrino parece ser el más relevante en su aparición y posterior evolución.

La celulitis es de desarrollo progresivo, desde meses hasta años, describiéndose diferentes grados de afectación:

Grado I: Prácticamente no es apreciable. Es el momento en el que se enlentecen los flujos venoso y linfático, comenzando la acumulación de grasa en los adipocitos.

Grado II: Los tejidos de la dermis y la hipodermis empiezan a deteriorarse, algunos vasos sanguíneos se comprimen y el flujo sanguíneo se reduce. Aparece la característica "piel de naranja" pero la problemática permanece sobre todo en el plano estético.

Grado III: Depósitos de colágeno reticulado proliferan alrededor de los acúmulos grasos provocando la esclerosis o endurecimiento de ciertas partes de la dermis. Se incrementan las alteraciones circulatorias y comienza la alteración patológica.

Grado IV: Aparecen los nódulos indurados por las aglomeraciones de colágeno, comprimiendo capilares sanguíneos y fibras nerviosas, con la posible aparición de dolores más o menos intensos y la consiguiente instauración patológica.

 

TRATAMIENTO DE LA CELULITIS

Medidas higiénicas y preventivas: 

-Intentar reducir y controlar el consumo de sal.

-No fumar y eliminar o reducir al mínimo el consumo de bebidas alcohólicas.

-Beber la suficiente cantidad de agua al día, más o menos, dos litros.

-Realizar algún deporte o actividad física con regularidad.

-Vigilar la administración de anticonceptivos.

-Controlar la alimentación, enriqueciéndola en frutas, verduras, legumbres, pescado y lácteos desnatados, así como en cereales preferentemente integrales.

-Considerar la posible existencia de anemia por déficit de hierro, en tanto en cuanto, la cantidad adecuada de este elemento en los glóbulos rojos, es fundamental para la correcta oxigenación de los tejidos.

-Combatir el estrés.

-Dormir las suficientes horas.

Productos anticelulíticos

Los productos activos en el tratamiento anticelulítico pueden ser administrados tanto por vía interna, sería el caso de medicamentos y complementos alimenticios, como por vía externa en forma de presentaciones dermocosméticas.

Entre los más significativos encontramos:

Sustancias que impiden o dificultan la formación de tejido graso: espingosina, sales de rutina, protamina, triterpenos contenidos, por ejemplo, en la Garcinia Cambodgia. 

Sustancias que favorecen la destrucción del tejido graso o lipólisis: cafeína y teofilina presentes en gran número de extractos vegetales como el café, el té verde o el mate; compuestos yodados no hormonales como los contenidos en el Fucus vesiculosus o el Fresno; L-carnitina por contribuir a la degradación de los triglicéridos que se acumulan en las células grasas; catalizadores enzimáticos como el magnesio, el cobre, el zinc o el selenio, etc.

Sustancias para activar la circulación capilar: extractos de Ruscus Aculeatus, Hedera Helix y Aeusculus Hipocastanum, son los más utilizados para combatir la permeabilidad vascular responsable de la acumulación de líquidos en el tejido conjuntivo y subcutáneo.

Sustancias que mejoran el estado del tejido conjuntivo: extractos de Cola de Caballo y Equisetum Arvense, rico en silicio, elemento deficiente en los tejidos lesionados.

Técnicas de Terapéutica Física y Cirugía

El abanico de alternativas presentes, en la actualidad, para combatir la evolución de la celulitis es muy amplio. Desde masajes a procedimientos mediante aparatología pueden contribuir, mediante una aplicación coherente, a un control adecuado de este problema. Las técnicas quirúrgicas, cada vez más desarrolladas, vendrán a sumar las opciones de ataque para su eliminación.

 


CONSECUENCIAS MÁS COMUNES DE LA DIABETES


La diabetes es un síndrome clínico de características metabólicas relacionadas patogénicamente con una deficiencia de insulina absoluta (como es el caso de la diabetes juvenil) o relativa (diabetes del adulto o secundaria a otros procesos), cuya causa de origen es difícil de establecer en algunos de los casos.

 

Sintomatología fundamental de la diabetes

Los síntomas y signos de la diabetes se encuentran relacionados con la dificultad para la utilización normal de la glucosa. Así, aparecen:

Poliuria. Esto es, incremento en la frecuencia de las micciones urinarias. La poliuria en la diabetes está producida por la reacción del organismo a la hiperglucemia en un intento para eliminar la glucosa que no se puede utilizar.

Polidipsia. Necesidad y aumento en la ingestión de líquido para compensar el fenómeno anterior y evitar un proceso de deshidratación.

Astenia o cansancio muscular concomitantes a la falta de glucógeno que se origina por un proceso metabólico correcto en el almacenamiento de la glucosa, y de cuya función depende el rendimiento orgánico.

Adelgazamiento. Producido como consecuencia de la gran pérdida calórica consecutiva a la glucosuria (eliminación de la glucosa a través de la orina).

Polifagia. Es la situación de hambre en que se encuentra la persona con diabetes al no poder utilizar bien la glucosa.

Prurito, o picor cutáneo. Se debe al acumulo de glucosa en la piel.

 

Consecuencias de la diabetes

Los síntomas tardíos o consecuencias posibles en la evolución de la diabetes, se pueden esquematizar de la siguiente forma:

1. Lesiones cardiovasculares. Puede afectar tanto al corazón como a los vasos (arterias y venas) relacionados con la circulación periférica, favoreciendo la arterioesclerosis y las lesiones de los capilares o microangiopatía, cuya expresión clínica evolucionada podría ser la denominada gangrena diabética.

2. Lesiones renales. Como las nefrosis o las infecciones urinarias recurrentes.

3. Lesiones oculares. Fundamentalmente producidas por los efectos de la diabetes sobre la retina: Retinopatía diabética. También se pueden afectar el resto de las estructuras oculares como el iris, la conjuntiva o el cristalino, y generarse defectos de refracción y acomodación.

4. Lesiones del sistema nervioso. Por ejemplo, neuropatía diabética o procesos de impotencia y esterilidad relacionados con una neuropatía vegetativa secundaria.

5. Lesiones dérmicas. Como pueden ser xantomas o acumulación de lípidos a nivel subcutáneo.

6. Lesiones del aparato respiratorio.

7. Lesiones del aparato digestivo: Odontológicas, esofágicas, gástricas, hepáticas, intestinales.

8. Lesiones del sistema osteoarticular.

9. Complicaciones de la diabetes: Coma diabético, cetoacidosis, etc.

Todas estas situaciones secundarias a la alteración en los efectos de la insulina que se produce en la diabetes, pueden no desarrollarse si se implanta un tratamiento adecuado, con un plan dietético y nutricional ajustado a las necesidades individuales, lo más precozmente posible, asociado a un control escrupuloso en la evolución del proceso.