El envejecimiento es el conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia de la acción del
tiempo sobre los seres vivos, en general, y sobre el ser humano en particular, que suponen una disminución de la capacidad de adaptación en cada uno de los órganos, aparatos y sistemas, así como
de la capacidad de respuesta a los agentes lesivos que pueden incidir en el individuo.
La alimentación es la base de cualquier plan "antiaging". Comer correctamente
y con los suplementos adecuados, que pudieran ser necesarios, proporciona energía celular y favorece la reconstrucción molecular. El objetivo es evitar, en la medida de lo posible, que la
oxidación procedente de las funciones celulares pase a la sangre, afectando a determinadas acciones fisiológicas. Casi todos los programas antiedad incluyen suplementos vitamínicos y minerales.
Sin embargo, no deben ser administrados sin la información adecuada y la prescripción precisa.
Otro de los pilares básicos de la alimentación "antiaging" son las calorías. Comer con moderación adaptando el gasto
calórico, alarga la vida. Hay que comer de todo, haciendo cinco ingesta diarias, pero equilibradas en cantidad y con la máxima calidad posible, tanto en el proceso como
en la elaboración de alimentos, con el propósito de establecer las pautas de
alimentacIón, dietéticas y complementarias, adaptadas al historial de salud, así como a las necesidades
y preferencias individuales, desde una sistemática cómoda y accesible.
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